sábado, 25 de febrero de 2012

ED.2 ENTREGA 1

ESPECIES DOMÉSTICAS: DIVISIÓN

#01. División de espacios cotidianos con doble utilidad:
#02. División de espacios, desfamiliarización de lo cotidiano:



PANEL RESUMEN DEL SIGNIFICADO DE UN ESPACIO

lunes, 20 de febrero de 2012

ED.1 ENTREGA


Cuando observas esta casa por primera vez, no es raro que tu mente de un salto hacia tu
infancia. Enseguida te llega, al mirar las imágenes, el olor a madera fresca de cuando
eras niño, parecido a aquel olor a lluvia o a tierra mojada que todos conocemos. No hay
una planta como tal del edificio, sino un espacio total al que te tienes que amoldar y
encontrar nuevos significados. En la casa de madera de Sou Fujimoto, uno vuelve a su
infancia porque pierde el significado de las cosas, como si de repente tuvieses que
conquistar ese trocito de pared y convertirlo en silla. No hay reglas para los espacios de la
casa, cualquier elemento de madera de sección cuadrada de 350mm puede suplir
cualquier función. Todavía no has terminado de descubrir el espacio tridimensional que se
despliega ante tus ojos, cuando comprendes perfectamente dónde estás: estás en el
fuerte de madera o en la cabaña que todo niño sueña con construir. Estás en un juego
gigante de tetris, donde las piezas de madera se han querido apilar en forma de refugio y
dejarte a ti dentro. Estás en un cubo de volumen perfectamente simétrico desde fuera,
pero que por dentro posee infinitas aristas. Te toca trepar, descubrir, ascender escalones
que no existen para comprobar hasta dónde llega el espacio que te alberga. Te toca
ascender por la madera, como si subieses a la casa del árbol que quisiste tener. Hay una
frase que vuelve a tu memoria: “Yo soy de mi infancia como de un país”, decía en francés
el escritor de El Principito. Esas palabras te convierten en ciudadano de la casa de
madera, que es tu infancia. Definitivamente, te declaras habitante de ese lugar, pero no lo
pone en tu DNI, así que vas a tener que demostrartelo. Todavía no lo sabes, pero de
repente eres la pieza del puzzle que mejor encaja en este rompecabezas. Después de
todo dejas de buscar la salida al laberinto, y descubres un huequecito bastante cómodo
en la parte superior de la casa... ¡Qué casualidad que desde ahí a través del cristal se
vean las estrellas!

Clara Álvarez